Voy a volver a leer el jardinero de Tagore. Veo poca gente leyendo, y de entre ellos, pocos leyendo a los autores que me gustan. A mí me parece que vale más leer una hoja de ellos, que cien de los otros, pero supongo que la gente que lee los libros al peso, como aquel que me dijo que había leído el principito pero era muy corto, también tiene derecho a vivir. Por lo menos leen y no son analfabetos como otros, que también lo tienen. Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad como decían los ángeles en Belén.
Aquí, en su prosa poética, las repeticiones de frases suenan como una canción, ¿qué más da que mis cabellos blanqueen si estoy vivo?Ya pensaré en la muerte en otro momento.
https://albalearning.com/audiolibros/tagore/eljardinero02.html
Del enlace puede uno leerse otros capítulos del jardinero, no todos son tan bonitos, pero tampoco todos los atardeceres son iguales.
En Twitter vi a un niño autista al que lo comparaba Susana Griso con una persona normal. El niño autista decía que no le gustaba eso, y la otra rápidamente hacía un acto de contricción, hipócrita como es ella. Esta sociedad es muy hipócrita, es como los fariseos de los evangelios, todos ven la paja en el ojo ajeno, y no creen en nada, sólo en parecer buenos. Aún así las hordas de twitter caían sobre ella para decirle lo mala que era por osar mencionar que un autista no es normal.(deberían caer por ella por hipócrita, no por decir que un niño autista no es normal, menos aún uno que es capaz de aguantar una entrevista en televisión) No pasa nada por decir que un niño autista no es normal, porque afortunadamente no lo es. El autismo supone una dificultad grave para el aprendizaje y la relación con los demás, y aunque haya muchos no autistas que son analfabetos, y con los que no vale la pena relacionarse, el no ser autista es lo normal. Un no autista lo tiene más fácil en su vida, lo que es una suerte para él. Recuerdo una conversación en una comida del cole en que una niña de 26 años o por ahí se puso a gritarme haciendo la pregunta para ella retórica:¿Me estás diciendo que un autista no es normal? A lo que respondí, más tranquilo que ella, pero también subiendo el tono:»Claro que no es normal» Se calló, como los perros pequeños que te ladran, cuando les enseñas el palo. En el cole como solo de hace un tiempo y la verdad es que como mucho más tranquilo, porque las reacciones de perros pequeños las veo apropiadas en los perros pequeños, en las personas me desagradan.
Un autista es una persona, y aunque tenga una dificultad para el aprendizaje y la relación, eso no lo hace menos valioso, porque su valor está en ser una persona, no en lo normal, o parecido a la mayoría que es.(Que eso significa normal). La gente minusvalora el valor de una persona como tal, y sobrevalora la normalidad. Messi no es una persona normal, no ha habido nadie hasta ahora que juegue como él al fútbol, y yo cuando hablo con mi perrita, después que ella muestra lo cariñosa o lo lista que es, le digo que es una perrita excepcional, no le digo que es una perrita normal(es muy excepcional). Es evidente que ser una perrita excepcional es mejor que ser una perrita normal, y no sé porque a la gente le hace ilusión la normalidad en las personas. Yo prefiero también a las personas excepcionales, no a las que se empeñan en ser normales. Y el ser simplemente una persona, autista o no, ya nos hace excepcionales.
Necesitamos más excepcionalidad, no más normalidad.
Un abrazo
PP
osoastur 